Una de las lecciones mas difíciles de esta vida, es aprender a mostrar tu juego en abierto. Desde pequeños, en el colegio, instituto, universidad, e incluso, en la vida laboral, nos transmiten el paradigma, de que, debemos competir, y en un mundo en plena competición, es mejor guardarse la información para uno mismo y no sacarla al exterior, dado que, de lo contrario, podemos sentirnos vulnerables y no tan inprescindibles como pensábamos en un principio.
Es la cultura japonesa, la que, consciente de este error, da los primeros pasos en la colaboración entre grandes marcas, conscientes de que, unidos, pueden abarcar más y de ese modo, llegar más rápido y eficientemente al objetivo…. «Más tarta, más trozo«. De echo, tan solo abriendo un equipo informático que venga de aquí, podremos darnos cuenta de ello y ver como empresas rivales entre si, como Fujitsu/Siemens o Canon, colaboran entre si, para realilzar sus productos, encontrando componentes de ambas marcas en sus buques insignia.
Un mercado basado en la especialización y cooperación, y no en empresas multipoliservicios, donde la especialización, es hacer de todo, sin saber muy bien, como, por qué, o los motivos del éxito. Una lección que, a nosotros, como españoles, nos esta costando aprender y nos alargará la agonía, de una muerte consciente durante muchos años, si no conseguimos un cambio, que cambie.