Todos tenemos momentos de decaimiento, días en los que por más que lo intentes te resulta imposible despegar tu cuerpo del abrazo apasionado del colchón, pero una vez conseguido ese primer paso, cada uno, tenemos un ritual que nos pone poco a poco o tal vez de golpe en marcha….
Yo personalmente soy de los que, en el momento de salir de la «zona rem», me lo tomo con bastante calma, solo decir que suelo levantarme con una hora y media de antelación para ir al trabajo o hacer aquella tarea que te planteaste de buena mañana, mas que todo por que empezar el día con prisas ya me acelera y cabrea bastante.
Acto seguido toca ese café que te despeja, la lectura de la prensa digital diaria, el correo, RSS, Tweets, etc… y salir hacia el lugar de trabajo. Pero el mejor momento de la mañana lo paso durante el camino al centro, ese en el que estas tú y tu música más interconectados que nunca, como una implosión de energia que nace de la nada y te recarga de ánimo durante un buen periodo de tiempo.
Esta que os dejo, es una de esas que personalmente, me recarga de positivismo y energía, no por que diga algo especial su letra, ni por que traiga algún recuerdo de algo, simplemente por que sus acordes, su armonía, me hacen reaccionar con energía positiva, la cual sienta perfecta para empezar con las pilas cargadas desde el momento cero de la mañana.