Esta es una de esas historias que me contaba un maestro de primaria… si no recuerdo mal , decía que su padre tenia un reloj de aquellos que marcan las horas al son de un tic tac escandaloso, con un remarcado sonido a cada hora que te ponía los pelos de punta y una pequeña placa en su interior que decía…
Tempus fugit
Pero que este se marche para no volver es fruto de un hábito, una costumbre de dejarlo todo para última hora, donde la presión por el resultado ya es mas que evidente, si estas en ese punto, que no te quepa duda que ya es tarde, que alguien seguro llego antes que tu y por lo tanto tendrás que recorrer el doble o más para alcanzarlo, es decir doblar tu esfuerzo.